Almona
y
la
Inquisición
(V.
Callejón
de
este
nombre)
era
paso
dificultoso,
sobre
todo
en
invierno,
y
el
otro
sitio
quedaba
al
río
junto
a
la
Alcantarilla
de
los
Ciegos
se
encontraba
muy
lejos.
Por
todos
estos
razonamientos
el
Municipio
desechó
la
petición.
El
ad
ministrador
volvió
a
insistir
proponiendo
colocar
una
estacada
de
forma
que
se
abriese
de
día
y
se
cerrara
por
la
noche.
Finalmente,
el
corregidor
de
la
Ciudad
D.
Joaquín
de
Goyoneta
y
el
Cabildo
terminaron
el
pleito
con
un
"no
ha
lugar
esta
solicitud".
No
terminó
ahí
la
cosa
porque
en
1868
(A.M.S.
-
A.G.A.
Doc.
723)
se
señala
que
D.
Joaquín
García
expu
so
en
Cabildo
Municipal
que
en
una
de
las
callejuelas
de
calle
Castilla
que
salía
al
río
existía
una
cancela
que
se
encontraba
en
aquel
momento
en
el
asilo,
y
que
después
se
había
puesto
una
puerta
de
madera,
pero.
que
no
eran
suficientes
para
impedir
el
paso
de
la
gente,
por
lo
que
pedía
se
encargara
al
Arquitecto
Municipal
un
presupuesto
del
costo
de
unas
fuertes
rejas.
Por
lo
visto
a
pesar de la denegación primera el callejón lle
gó a cerrarse.
En
tiempos
del
Asistente
Arjona
se
adecentó
y
se
construyó
el
arquillo
conociéndose
entonces
por
calle
del
Arquillo
de
la
O.
Hacia
1900
se
ce
rró
con
una
cancela
y
se
tapió
hacia
el
río
convirtiéndose
en
patio
de
la
Iglesia,
hasta
la
reforma
de
la
trasera
de
calle
Castilla
en
que
se
abrió
nuevamente
al
paso,
para
dar
entrada
al
agradable
paseo
que
hoy persis
te de la
Virgen de la O.
Triana del Recuerdo