azulejos
con
esmaltes
de
72
tonos
de
color,
incluso
el
negro,
como
también
había
conseguido
el
esmalte
de
reflejo
metálico
al
oro,
y
otros
muchos
procedimientos
para
la
fabricación de azulejos y alizares.
El
Sr.
Mensaque
y
Vera
había
concurrido
con
sus
productos
a
la
Exposición
Nacional
de
Valencia
compitiendo
con
los
de
Manises,
donde
obtuvo
el
primer
premio
concedido
a
la
cerámica
y
donde
asimismo
recibió
numerosas
felicitaciones
por
la
extraordinaria
calidad
de
sus
piezas.
En
sus
talleres
se
hacían
azulejos
de
los
más
variados
y
originales
dibujos
que
alcanzaban
a
más
de
400
modelos
distintos;
se
fabricaban
los
colores
para
el
vidriado
y
se
hacia
el
esmalte
metálico.
Se
podían
fabricar
azulejos
de
estilo
árabe,
mudéjar
y
del
Renacimiento,
como
también
reproducir
las
obras
de
pintores
inmortales
con
gran
exactitud.
Las
cerámicas
de
Mensaque
fueron
bien
pronto
conocidas en distintos puntos de Europa y América.
Entre
otras
recompensas
obtenidas
por
este
fabricante
de
azulejos
recuerdo
la
de
la
Exposición
de
París
de
1.889,
la
de
Industrias
Artísticas
de
Barcelona
en
1.892.
la
de
Chicago
en
1.893,
la
de
Málaga
en
1.895
y
la
de
Artes
e
Industrias
de
Barcelona
en
1.896.
Asimismo,
el
Sr.
Mensaque
era
proveedor
de
la
Real
Casa
de
los
Reyes
de
Portugal,
de
la
Infanta
D
a
M
a
Luisa
Fernanda
y
de
los
Condes
de
París.
Por
la
magnitud
que
fue
adquiriendo
la
fábrica
hubo
de
trasladarse
a
un
nuevo
solar
al
final
de
la
calle
Evangelista
donde
se
construyó
un
notable
edificio
que
daba
frente
a
la
citada
calle
para
oficinas
y
Sala-Exposición
ocupándose
el
resto
del
solar
hasta
la
calle
Trabajo
con
los
hornos,
almacenes,
salas
de
pinturas
y
patio
de
carga
y
descarga.
Todavía
recuerdo
aquella
fábrica
con
sus
hornos
en
medio
del
patio,
el
bullicio
de
la
sala
de
las
operarías
donde
se
rellenaban
de
color
los
azulejos
impresos
y
se
pintaban
a
mano
las
olambrillas;
la
quietud
y
amabilidad
de
su
sala
de
pintores
y
sobre
todo
su
maravillosa
exposición
que
cayó
destrozada
bajo
la
piqueta.
Triana del Recuerdo