Un
lugar
característico
de
ella
fue
el
Mantillo
Alto
que
la
denominó.
Este
terreno
se
utilizó
para
tal
fin
hasta
aproximadamente
1860
en
que
abandonado
se
convirtió
en
un
muladar.
Lindaba
por
Oeste
y
Poniente
con
el
tejar
de
D.
José
Mensaque
y
por
Levante
con
otro
de
D.
José
Her
nández
y
por
el
Sur
con
casas
de
D
a
Trinidad
Rey,
D.
Manuel
Bermúdez
y
otros.
Tenía
figura
cuadrangular
y
su
superficie
era
de
60
a
80
varas
cuadradas.
D.
José
Mensaque
deseaba
adquirir
el
terreno
y
así
lo
solici
tó
en
24
de
enero de 1868, concediéndosele tal petición.
En
Cabildo
de
8
de
Julio
de
1859
se
le
puso
el
nombre
de
Ruiseñor
—
ignorando
su
procedencia—
ya
a
la
totalidad
y
así
aparece
en
el
plano
de
Álvarez
de
Benavides
(1868)
y
perdura
hasta
nuestros
días.
Calle
esen
cialmente
de
tejares
y
numerosos
corrales
entre
los
que
destaca
el
del
Cuartel
o
Cuartelillo
(1880)
cuya
entrada
principal
era por el n
o
26 de la calle
Evangelista
y que estaba junto al tejar del
Mantillo Alto.
Tenía
un
callejón
que
penetraba
en
los
tejares
y
que
se
conoció
por
el
Callejón
de
Ruiseñor
que
luego
fue
ocupado
por
las
fábricas
de
azulejería.
Allí
estuvieron
la
trasera
de
las
Escuelas
Nacionales
de
San
Jacinto.
Va
esta
calle
de
San
Jacinto
a
la
actual
Justino Matute
y las longitudes de sus tramos son las siguientes:
De C/ San Jacinto al Callejón de Ruiseñor 86 mts.
Del Callejón de Ruiseñor a C/ Justino Matute 82 mts.
con
un
recorrido
de
168
metros
y
ancho
medio
de
6.
Su
orientación
es
NO-SE
y
NE-SO
respectivamente a sus dos tramos y su número de casas en 1950 era de 26.
Recordamos
aquí
que
ya
hemos
señalado
en
la
calle
Justino
Matute
el
nombre
de
Rosa
o
Rossa
asignado
en
principio
al
callejón
de
esta
calle
por
el
que
le
dio
nombre,
pero
que
sin
embargo
pasó
luego
a
incorporar
se
al
trazado
de
la
calle
Ruiseñor.
No
extrañe pues, la dualidad de aquel rótulo en las noticias de ambas.
Triana del Recuerdo