"que
sin
tregua
alguna
se
acometie
ra
la
demolición
de
la
puerta
de
Triana,
porque
a
pesar
de
los
esfuerzos
hechos
por
los
arqueólogos
para
encarecer
su
mérito,
no
¡o
tiene
en
ningún
sentido
pugnando
no
solo
con
las
reglas
del
arte
por
la
notable
desproporción
de
sus
de
talles
y
cuerpos
salientes
sino
con
los
sentimientos
más
nobles,
por
recordar
hechos
infaustos
e
indignos
de
transmitir
a
otras
generaciones.
Al
propio
tiempo
tuvo
S.E.
en
cuenta
la
necesidad
de
po
seer
más
expedito
el
paso
del
considera
ble
número
de
transeúntes
a
pie
de
ca
rruajes
o
a
caballo
que
circulan
por
tan
importante
sitio,
ya
en
determinadas
fiestas,
ya
en
las
épocas
ordinarias
y
Ia
conveniencia
de
no
hacer
de
peor
condi
ción
que
las
propiedades
intramuros
a
las
recién
construidas
en
la
calzada
de
los
Reyes
Católicos.
Atendidas
expuestas
se
adoptó
este
acuerdo
a
pesar
de
las
re
soluciones
dictadas
anteriormente
en
contrario
y
se
facultó
a
los
Sres.
Concejales
que
forman
la
comisión
de
asuntos
especiales
para
ceder
privadamente
el
de
rribo
de
la
susodicha
puerta
a
quien
se
oblige
a
verificarlo
por
el
aprovechamien
to
de
los
materiales
si
no
excediere
del
importe
de
aquel
gasto
o
a
utilizarlos
los
sobrantes
en
otras
mejoras
públicas.
Por
último,
se
autorizó
al
Sr.
Presidente
para
cargar
los
desembolsos
que
ofreciere
es
ta
deliberación
del
capítulo
de
imprevis
tos
a
falta
de
otra
partida
aplicable
al
in
tento
en
el
presupuesto
del
corriente
año
...Así
resulta
del
acta
capitular
a
que
me
refiero.
Sevilla
veinte
de
septiembre de mil ochocientos sesenta y ocho. "
No
sabemos
si
la
reforma
que
hizo
Félix
Carasa
fue
tan
desastrosa
como
para
dejar
la
puerta
caren
te
de
todo
mérito,
en
contra
de
las
alabanzas
que
en
1786
le
prodigó
D.
Juan
Manuel
Vivero,
pero
de
todas
formas
no
creemos
que
justificara
esta
la
mentable
decisión,
agresiva
y
tajante
de
la
Comi
sión
de
Asuntos
especiales
del
Cabildo,
que
nos
di
ce
por
si
sola
cuanto
hay
que
comentar.
La
especu
lación
del
suelo,
que
rodeaba
las
murallas
ya
en
marcha,
sobre
todo
en
las
entradas
de
la
ciudad
y
los
intereses
creados
alzaron
la
piqueta.
Improce
dente
también
se
puede
considerar
la
cita
de
los
"hechos
infaustos
e
indignos"
allí
cometidos,
que
no
fueron
más
que
la
muerte
Triana del Recuerdo