estudiosos
de
esta
artesanía
—al
estimar
que
por
su
apreciable
número
debieron
formar
un
poderoso
gremio—
nunca
han
sido
encontrados.
Otra
cuestión
a
considerar
es
que
estos
olleros
o
antiguos
alfareros
tuvieron
de
siempre
por
patronas
a
las
Santas
Justa
y
Rufina,
tanto
los
de
Triana
como
los
de
Sevilla,
y
resulta
un
tanto
extraño
que
tomaran
un
nuevo
patronazgo.
Lo
único
cierto
de
toda
esta
cuestión
es
que
ya
en
1523
aparece
en
la
Parroquia
de
Santa
Ana,
una
imagen
de
esta
advocación
significada
por
una
Capellanía
fundada
por
D.
Gonzalo
de
Herrera
en
la
que
se
indica
el
culto
diario
que
había
de
dársele
y
el
solemne
con
el
que
debía
celebrarse
la
fiesta
de
la
Expectación
de
Nuestra
Señora.
La
primera
vez
que
nos
encontramos
a
la
Virgen
de
la
Esperanza
como
titular
de
Cofradía
es
en
el
mandamien
to
de
31
de
marzo
de
1579
dado
por
el
provisor
del
Arzobispado
de
Sevilla,
Doctor
D.
Francisco
de
Valdecanas
y
Arellano
en
el
que
se
establece
el
orden
de
prioridad
que
habían
de
seguir
las
Cofradías
en
las
Procesiones
Generales
de
la
Ciudad,
tales
como
las
del
Corpus
Christi,
Bula
de
la
Santa
Cruzada,
etc.
Este
mandamiento
hubo
de
ser
confirmado
y
ratificado
en
años
siguientes
por
los
Provisores
que
le
siguieron,
tanto
por
el
licenciado
D.
Bernardino
Rodríguez
como
por
el
canónigo
de
la
Santa
Iglesia
y
Provisor
General
de
su
época,
quién
así
lo
reafir
mó
en
12
de
junio
de
1593.
En
dicho
mandamiento
aparece
la
Cofradía
con
la
sola
titulación
de
Nuestra Señora de la Esperanza: v.g.
«... asimismo la cofradía de Ntra. Señora del Speranza, que es en triana le seguirá»
(Archivo Palacio Arzobispal — Leg. 1682)
de
cuya
página
facilitamos
copia
del
original
para
su
debido
conocimiento.
En
ella
aparece
la
cofradía
ocupando
el
catorceavo
lugar
de
antigüedad
y
precedida
por
otras
dos
de
Triana,
la
de
la
«O»
y
la
de
la
Estrella,
que
ocupan
lugares
quinceavo
y
dieciseisavo respectivamente, sin hacer mención del lugar en que estaban establecidas.
En
primero
de
septiembre
de
1582
volvemos
a
encontrar
testimonio
fidedigno
de
la
misma,
nombrándose
igualmente
de
Ntra.
Sra.
de
la
Esperanza,
pero
significándose
ya
su
establecimiento
por
aquel
entonces
en
la
Iglesia
del
Convento
del
Espíritu
Santo.
Es
precisamente
en
este
Testimonio
donde
se
señala
a
numerosos
cofra
des
de
aquella
Hermandad
dedicados
al
tráfico
marítimo,
y
en
el
que
hallamos
una
explicación
más
satisfactoria
de
su
origen,
ya
que
de
antiguo
ha
existido
siempre
una
relación
muy
directa
entre
el
carácter
de
los
miembros
de
las
corporaciones
religiosas
y
las
advocaciones
Triana del Recuerdo