hacia
la
calle
Pureza
se
estableció
un
kiosko
o
tenderete
que
a
principios
de
siglo
fue
"puesto
de
calentitos
de
Magdalena",
a
la
par
que
su
esposo
Joaquín
Miguez
explotaba
en
el
mis
mo
sitio
un
pequeño
negocio
de
cochecitos
con
tracción
animal
para
pa
sear
a
los
niños
por
el
Barrio.
Luego
fue
ocupado
por
la
famosísima
Rita
la
Calentera
para
finalmente acabar convertido en
"Puesto de los Ma
ños"
hasta su desaparición.
Hacia
1930
quedaban
todavía
algunos
de
los
comercios
anteriormente
citados
y
otros
nuevos
como
el
bar
de
Pedro
Santos,
el
bar
de
los
Tore
ros,
la
confitería
y
tienda
de
comestibles
de
Alonso
Herrera,
la
nueva
tienda
de
ultramarinos
de
Maximino,
la
panadería
de
Broqueta,
¡a
far
macia
de
Murillo
regentada
por
los
herederos
de
aquel,
e!
Triana del Recuerdo