casas
ca
racterísticas,
tales
como
burdeles
y
mancebías
y
a
alguna
que
otra
de
la
gente
rica y poderosa; por los demás las ciudades permanecían a oscuras.
Aun
cuando
en
las
grandes
fiestas
de
Gre
cia
y
Roma
resplandecían
las
antorchas,
los
via
jeros
y
viandantes
tenían
que
alumbrarse
el
ca
mino
encendiendo
tallos
vegetales
(pino,
retama,
escaramujo,
...)
Con
el
tiempo
se
generalizó
en
Roma
el
uso
de
la
linterna
llevada
por
un
escla
vo
-
«el
lanternarius»
-
cuando
se
trataba
de
ciudadanos
ricos
y,
atada
sencillamente
a
la
cin
tura
en
el
caso
de
las
clases
humildes.
Fue
tam
bién
en
Roma
y
en
otras
ciudades
de
su
Imperio
donde
comenzó
a
darse
el
espectáculo
de
iluminar
las
calles,
encendiendo
para
ello
grandes
ho
gueras
en
sus
esquinas,
siguiendo
el
ejemplo
del
Emperador
Calígula,
quien
ideó
este
sistema
para
hacer
posible
la
celebración
de
los
juegos
en
el
circo,
tanto
diurnos
como
nocturnos.
Sus
suce
sores
repitieron
este
suceso,
sobre
todo
en
las
fiestas
y
grandes
celebraciones,
y
de
paso
re
-
cordemos
aquella
dantesca
iluminación
ideada
por
Nerón
en
la
que
los
cristianos
destinados
al
martirio
fueron
utilizados
como
antorchas
huma
nas,
recubriendo
sus
cuerpos
de
ramajes
e
im
pregnándoles
de
pez.
Fue
Roma
también
la
pri
mera
que
utilizó
las
antorchas
de
cera
oponién
dolas
a
las
de
resina,
aunque
no
se
puede
dejar
de
pensar,
que
ya
la
cera
era
utilizada
por
otros
pueblos,
de
distintas
formas
y
maneras,
como elemento generador de luz.
La
luz
artificial
trae
como
consecuencia
todo
un
arsenal
de
elementos
destinados
a
soportarla
para
hacerla
útil
y
manejable.
Las
candilejas
y
candiles,
fanales,
linternas,
candeleras
y
can
delabros
y
toda
clase
de
lámparas
de
diversa
ín
dole,
ejecutadas
en
arcilla,
piedra,
mármol,
cris
tal,
hierro,
bronce,
oro
y
plata,
alcanzan
dimen
siones
infinitas.
El
hombre
sabe
ya
hace
tiempo
que
puede
combatir
la
oscuridad,
porque
psicológicamente
ésta
es
la
muerte
y
la
luz
la
vida,
y
entabla
a
lo
largo
de
los
siglos
una
lucha
continua
para
des
terrarla.
Pero
no
se
trata
únicamente
de
la
luz
como
tal,
sino
que
también
es
el
medio
que
la
ori
gina,
el
soporte
que
la
sostiene,
su
color
y
cali
dad,
las
luces
y
las
sombras
que
ocasiona,
por
que
ya
no
sólo
servirá
para
facilitar
la
visibilidad
durante
la
noche,
sino
que
poco
a
poco
irá
con
tribuyendo
a
fomentar
valores
comunales
y
a
es
trechar
relaciones
humanas.
Una
de
sus
dimen
siones
más
importantes
es
la
religiosa
y
nume
rosas
religiones
de
todo
el
mundo
hacen
uso
de
ella
Triana del Recuerdo