Aire,
a
San
Pedro
y
San
Andrés
y
en
1.597
tenían
un
administrador
eclesiástico
el
Dr.
Andrés
Sánchez
Presbítero.
Durante
cerca
de
dos
siglos
la
Universidad
de
Marean
tes
fue
una
de
las
edificaciones
más
notables
de
Triana
y
la
institución
que
más
prestigio
le
dio
al
Barrio.
Gracias
a
la
transcripción
realizada
por
la
licenciada
María
del
Carmen
Borrego,
de
sus
reglas
y
de
sus
actas
desde
el
año
de
1.569
hasta
el
de
1.691,
se
han
podido
conocer
las
reales
actuacio
nes
de
esta
Cofradía.
En
las
actas
se
detecta
como
la
corpo
ración
pasó
por
épocas
de
prosperidad
y
por
otras
de
desa
liento
y
verdadera
ruina,
y
como
hubieron
de
sufrir
toda
su
vi
da
la
agresividad
y
la
intolerancia
de
los
Oficiales
Reales
de
la
Casa
de
Contratación,
que
hicieron
todo
lo
posible
para
que
desapareciera.
Todo
aquello
se
agravaba
en
ocasiones
por
la
escasez
numérica
de
sus
miembros
y
a
veces
con
la
insuficiencia
de
recursos
económicos
dado
el
carácter
vo
luntario
de
los
ingresos
que
recibían.
Por
encima
de
juicios
más
o
menos
subjetivos
tengo
que
señalar
que
gracias
a
ellos
fueron
posibles
los
viajes
a
las
Indias.
Los
Mareantes
eran
los
únicos
capaces
de
avituallar
y
disponer
las
flotas
de
Tierra
Firme
y
Nueva
España
para
que
se
realizaran
aquellas
carreras
a
las
Indias.
Cuantas
veces
el
Rey
recurrió
a
otros
medios
para
poder
realizarlos,
se
encontró
con
la
ineptitud,
la
incapacidad
y
el
desconocimiento
más
absoluto,
teniendo
que
recurrir
siempre
y
finalmente
a
los
Mareantes
de
Triana.
A
lo
largo
de
su
historia
muchas
veces
aquella
Universi
dad
realizó
obras
de
restauración
del
edificio
que
ocupaba
y
r
enovó
sus
bienes.
Teman
en
la
Iglesia
una
imagen
de
un
Cristo
que
presidia
el
altar
principal
y
en
6
de
marzo
de
1.596
fue
cuando
se
acordó
desplazarlo
a
Triana del Recuerdo