construido.
Hace
ya
muchos
años
que
un
día
sobre
el
solar
que
dejó
el
viejo
Castillo
de
la
Inqui
sición,
que
antes
fue
la
gran
fortaleza
almohade,
se
levantaron
estas
livianas
cuartelada
que
hoy
lo
conforman.
Pero,
recordemos
su
pequeña
historia
sintetizando
los sucesos que llevaron a que así ocu
rriera.
Desde
lo
antiguo
los
mercaderes
se
situaban
preferentemente
en
las
plazas
públicas,
y
este
era
el
caso
del
Altozano,
donde
cobijados
en
los
soporta
les
de
sus
casas,
o
bajo
sombras
y
banastas
situa
das
en
medio
de
la
plaza,
establecían
su
venta
de verduras, fruta, carne y tocino, bacalao, etc. etc.
Allí
no
solo
se
vendían
los
artículos
alimenticios,
sino
todo
lo
que
se
relacionaba
con
ellos,
como
también
se
realizaban
transacciones
comerciales
y
se
planeaban
negocios.
Era
un
mundo
distinto
del
nuestro
lleno
de
color
y
vida
y
de
participación
hu
mana.
Por
la
creciente
actividad
que
fue
alcanzan
do
la
plaza
se
construyó
en
su
centro
un
palenque
para
la
venta
del
pan
que
era
una
nave
corta
con
dos
puertas
y
que
permaneció
hasta
1
795
año
en
que
se
derribó.
Este
palenque
se
reconstruyó
poste
-
riormente
en
la
calle
S.
Jorge
adosado
a
la
pared
del
Castillo,
pero
ya
destinado
para
toda
clase
de
géneros.
Podríamos
decir
que
este
último
suceso
fue
el
que
llevó
años
más
tarde
a
la
decisión
de
rea
lizar
uno
perenne
y
definitivo
que
sirviera a las ne
cesidades del barrio.
En
el
año
de
1
820
comenzaron
a
crearse
inci
dentes
al
encontrarse
este
palenque
en
ruinas.
Por
esta
razón
y
por
la
escasez
de
lo
sitios
los
hortela
nos
y
fruteros
empezaron
a
poner
sus
puestos
en
medio
de
la
calle,
destrozando
el
empedrado
pa
ra
clavar
las
guindalezas,
consiguiendo
con
ello
obstaculizar
el
paso
de
la
gente
y
molestar
al
vecin
dario.
Todo
esto
traía
por
consecuencia
incidentes
de
todo
Triana del Recuerdo