De
él
traigo
aquí
una
ligera
exposición
de
sus
orígenes,
de
aquella
Madre
Vieja
que
sucumbió
en
el
tiempo
y
de
las
variables
cortas
que
sufrió
su
cur
so;
aquella
dos
-la
de
Tablada
y
la
de
Chapina-
que
afectaron
de
forma
tan
radical
a
Triana.
Con
ellas
perdió
el
Barrio
sus
bordes
más
significativos,
su
raíz
y
su
razón
de
ser,
quedándonos
solo
una
dárse
na
que
se
ciega
poco
a
poco
con
la
vaga
promesa
de
restablecer
algún
día el curso de sus aguas.
M. Macías
Triana del Recuerdo