En la impugnación se decía entre otras co
sas:
“¡Desechad
toda
esperanza
Barrio
de
Triana!
El
Barrio
de
Triana
es
centro
de
trabajo,
de
grandes
fábricas
de
cerámica,
de
artes
finas
y
vastas,
de
numerosos
hornos
y
talleres
de
alfarería,
de
loza
y
ladrillo,
de
grandes
almacenes
de
carbón
piedra,
madera,
aceites
y
granos
en
progresivo
aumento
cada
día;
a
este
barrio,
tan
laborioso
como
sufrido,
la
Junta
del
Puerto
de
Sevilla
deja
abandonado
para
siempre,
hasta
que
una
tumultuosa
avenida
destroce
tanta
propiedad, debida a un asiduo trabajo, y sus viviendas y familias queden
sepultadas
en
sus
ruinas,
que
no
quiso
y
pudo
evitar
la
Junta
del
Puerto
de
Sevilla,
proponiendo
y
ejecutando
las
soluciones
que
resolvieran
este
problema
por
el
deseo
que
se
lleve
a
efecto
una
corta
que
solo
pueda
interesar
a
dos
o
tres individuos que la general opinión ya señala con el dedo
Después
de
un
detenido
análisis
del
proble
ma
se
terminaba
con
la
exposición
de
ocho
con
clusiones
en
las
que
se
significaban
distintos
aspectos
del
problema
marcando
soluciones
que
a
su
juicio
eran
las
más
convenientes.
La
fir
maban
166
comerciantes y vecinos de la Ciudad entre los que eran numerosos los de Triana.
El
informe
de
la
Dirección
Facultativa
emiti
do
por
Don
Luis
Moliní
en
22
de
marzo
de 1907 es un ejemplo de las actuaciones oficiales de la época. Entre otros párrafos:
“Al
tratar
de
hacerse
cargo
de
esta
reclamación
una
primera
lectura
de
su
texto,
impone con exigencia irresistible dos mandatos categóricos.
Triana del Recuerdo